Leé esta leyenda urbana y respondé en tu carpeta
La dama de
blanco
El joven dobló por la calle Juncal, como todos los
últimos sábados por la noche. Desde que Lucía lo había dejado,
se había vuelto
su recorrido habitual.
El aire que salía de su boca se con- vertía en humo al encontrarse con el frío de agosto.
Al llegar a la esquina
de Junín, algo lo mo- tivó a cambiar
de rumbo y unos metros más adelante,
vio a una muchacha.
Llevaba un vestido de un blanco
radiante. El joven no pudo frenar el impulso
de invitarla a tomar algo y darle
su abrigo para protegerla. Entraron a “La Biela”, un bar tradicional del barrio
de Recoleta.
Eligieron ubicarse junto a la ventana,
alejados de la gente. Él le quitó el sobretodo
a la mucha- cha, dejando la blancura
del vestido nuevamente al descubierto, y le acercó la silla en un gesto de
caballerosidad. Se sentaron
enfrentados manteniendo la distancia
que exigía la mesa.
Él no sabía con qué tema empezar
la conversación. Tenía miedo de quedar en ridículo
o es- pantarla. Se le ocurrió
que la música era un buen tema. Así se enteró de que a ella le gustaba la
música clásica
y sabía tocar el piano. Cuando les trajeron
el café supo su nombre: Luz María.
El joven notó que los hombres que estaban
en el bar los miraban y murmuraban. No le pa-
reció extraño siendo
Luz María tan hermosa. Él se ofreció a acompañarla hasta la casa y en el
puesto de flores
de la calle Posadas, le compró
un ramo de rosas. En el umbral de la puerta,
entre miradas
y sonrisas, la besó. Sintió un escalofrío
y volvió a su casa pensando
en ella.
Al día siguiente, decidió sorprenderla. Tocó el timbre
de su casa y una señora mayor le abrió la
puerta. Él le preguntó por Luz María y, entre
llantos y gritos,
recibió una respuesta
inespe- rada. Su dama de blanco había muerto treinta años atrás.
Corrió al cementerio sin poder
creer en las palabras de aquella
mujer. Los nombres
escritos en las lápidas
le lastimaban los ojos. Su desesperada búsqueda llegó a su fin frente
al nombre de Luz María grabado en el mármol. Cerró los ojos porque
ya no quedaba nada por ver. Cuando el
vacío del mundo se había hecho más grande,
el aroma de las rosas se hizo presente y el joven
volvió a sentir el mismo
escalofrío de la noche anterior.
El sereno
del Cementerio de La Recoleta declaró que era habitual, desde hacía treinta años, ver pasear a Luz María vestida de blanco los
sábados por la noche.
Leyenda urbana, versión de Tatiana Lara Israeloff y Violeta
Hadassi.
En esta leyenda aparecen varios elementos que, combinados, crean un clima
de suspenso. vamos a rastrear algunos de ellos:
• a. ¿En qué época del año sucede la historia?
• b. ¿En qué momento del día el joven conoce a la dama de blanco?
• c. ¿En qué barrio de la Capital Federal están
los personajes? ¿Qué hay en ese
barrio?
Cosas que pasan dos veces
En la leyenda hay algunos elementos que se
repiten.
El joven siente un escalofrío en dos
momentos: cuando besa a Luz María y cuando está parado junto a su lápida.
•
¿Por qué creen que siente ese escalofrío en el cementerio?
• El joven siente un vacío en dos escenas: cuando no sabe qué decirle a Luz María en el bar y cuando ve su nombre escrito en el mármol en el cementerio. Vuelvan a leer la leyenda y encuentren cómo se llena el vacío que siente el joven en cada caso.
En el bar, el vacío se llena con ____________________________.
En el cementerio, el vacío se llena con _______________________.
Pistas: Uno de los elementos que llenan el vacío se puede
escuchar. El otro, se puede
oler.
El color blanco aparece varias veces a lo largo del texto.
Así se logra acrecentar la sensación de vacío y crear el clima para una historia
de fantasmas.